domingo, 7 de diciembre de 2014

De museos

Comparto con vosotros unas fotos de nuestro viaje a Naxos, del museo arqueológico de la isla. Esta reflexión puede que sea algo romántica y poco práctica, pero quedan muy pocos museos con este encanto decimonónico, con las características propias que impulsaron a los primeros coleccionistas y a las primeras colecciones públicas: la belleza y la inspiración. No hemos de olvidar que el Museo es la casa de las Musas. Hace poco he visitado el nuevo Museo Arqueológico Nacional, y aunque reconozco el gran esfuerzo divulgativo y explicativo de la presentación de las piezas, y el gran acierto, echo en falta el edificio, gemelo a la Biblioteca Nacional, que literalmente ha desaparecido tras unos forros de muros prefabricados y madera. La historia del edificio no se ha respetado. Es como si la colección se expusiera en una nave industrial nueva. El Museo que conocí en mi niñez literalmente ha desaparecido. Bueno disfrutad de estas imágenes que despiertan el terror del museólogo y encantan al romántico diletante.




















La propuesta polícroma del Augusto de Prima porta de Tarragona en el National Geographic España.

El Augusto de Prima Porta policromado de Tarragona sale en el número de este mes de diciembre en el National Geographic España, gracias a la mediación y las extraordinarias fotos de Rafael López-Monné. Estamos muy orgullosos de la Criatura, que espero nos de muchas más alegrías a sus creadores (físicos e intelectuales, directos e indirectos) y a los que lo han apoyado y defendido.




Propuesta de policromía del Augusto de la Prima Porta del taller MV Arte para Tàrraco Viva.


Por el abandono, las agresiones humanas y la degradación natural, la imagen de la Antigüedad nos ha llegado incompleta: y en concreto a la escultura, le faltan miembros, brazos, piernas, cabezas, y sobre todo, ya que ha afectado a la gran mayoría de los ejemplos, le falta el color. Podemos asegurar, ya que las pruebas arqueológicas y documentales nos lo demuestran, que las esculturas y bajo-relieves de la Antigüedad no estaban completos sin su capa de policromía, la que les confería el último toque para conseguir el perseguido naturalismo. Cuando preguntaron a Praxiteles, el famoso escultor, por cuál de sus esculturas le agradaba más, dijo que cualquiera, mientras estuviese policromada por Nicias (por cierto, el pintor preferido de Augusto, y del que tenía en casa una gran colección de obras).

La nuestra, la de Tarragona, es una propuesta de las varias que se han hecho desde el momento de su descubrimiento. Nuestra propuesta parte de los estudios químicos realizados por los Museos Vaticanos y dirigidos por Ulderico Santamaría y Stefano Spada y también pasa por la propuesta presentada al público en la exposición “Il colori di Bianco” por el arqueólogo de los Museos Vaticanos, Paolo Liberani, e inspirada en las propuestas del arqueólogo alemán Vincent Brinkmann. Nosotros hemos dado un paso más en la interpretación y la hemos acabado de policromar y la presentamos en el marco del festival de divulgación del mundo romano Tàrraco Viva 2014, con una imagen, creemos, más cercana a la realidad, como debía debía ser en la antigüedad. 
Y se preguntarán, ¿cómo conocemos la imagen que debía tener esta escultura en origen? La verdad es que, exactamente, no la conocemos, pero si nos podemos acercar más a ella a través del estudio de paralelos conservados y de los procedimientos artísticos que en la Antigüedad se utilizaban para semejar la carne, los metales, los tejidos teñidos de púrpura, y demás detalles de las esculturas.


La clave del trabajo, tanto de la investigación previa como del resultado plástico final, fue la utilización de procedimientos artísticos de la Antigüedad Clásica.